LA BREVEDAD ES EL ALMA DEL INGENIO

"La brevedad es el alma del ingenio” W. Shakespeare.

La brevedad es el alma del ingenio, por lo cual, si me explayo largo y tendido, dejaré de ser ingeniosa; si exprimo las palabras al máximo, quizás me quede corta, ¿o no?...

El arma de doble filo de las “máximas” es percibir el vaso medio lleno o medio vacío, y quizás por esa misma razón lo ideal es la justa medida. Puestos a dudar que o quien es capaz de decir cual es la justa medida de algo, de todo o de casi todo, podríamos llegar a la conclusión de que es algo subjetivo porque lo objetivo quizás no existe.

En cada actuación humana, aun intentándolo con buena voluntad, va algo de la persona que lo intenta, por lo que hay parte de subjetividad.

Podemos medir el tiempo; podemos medir el frío, el agua, el espacio, la longitud de una torre o la distancia entre dos puntos, pero ¿podríamos medir la brevedad de algo inmaterial? Lo que para uno es un suspiro, para otro se hace eterno… y así seguiríamos con multitud de ejemplos.

El conceptismo literario de Baltasar Gracian, le lleva a decir su celebre frase “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Es decir, el ingenio es bueno si la respuesta del ingenio es breve, porque sino ese concepto no tendría significado en sí mismo, no tendría alma… no sería brevedad.

Y yo me pregunto, si la vida es breve, si el placer es suspiro y eterna la verdad, ¿Qué es lo que hace a lo breve tener alma de niño, corazón de pantera y la sutileza del rocío resbalando por las margaritas en una cálida mañana de verano? El lenguaje es belleza; la palabra es divina; usémoslas con destreza para que el ingenio aflore con o sin brevedad.

E.H.L

Y ahora sé de dónde he sacado el talento...